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Vitoria

Miguel Ricardo de Álava y Esquível, conocido como el General Álava nació en Vitoria el 7 de febrero de 1772 y fue militar, político y diplomático.

En 1785, con sólo 13 años, ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería de Sevilla nº 11 llegando al grado de subteniente en 1787.

Tras su paso por la infantería, en 1790 ingresó en la Armada. Se incorporó a distintos barcos desde los que participó en múltiples acciones militares de la marina española contra Francia e Inglaterra, lo que, junto a sus excelentes contactos familiares, le permitieron ascender con rapidez. En 1794 ya era teniente de Fragata.

Embarcado en 1795 en una expedición que pretendía dar la vuelta al mundo, permaneció en América del Sur hasta 1800. De regreso a España cumpliendo las órdenes que había recibido tres años antes, fue apresado por los ingleses. Liberado meses más tarde, en 1802 ascendió a teniente de Navío y fue a Madrid.

Tras la expedición a la Martinica, concebida por Napoleón como una maniobra de distracción para la Armada inglesa, intervino en la Batalla de Trafalgar a bordo del Príncipe de Asturias. Tras el fatídico combate, sería ascendido de nuevo.

Al estallar la guerra de la Independencia, Miguel Ricardo de Álava se encontraba retirado del servicio y aposentado en Vitoria. Cuando comenzaron a llegar las tropas francesas le fueron encomendadas diversas gestiones. Acompañó a José Bonaparte en su entrada a España y parecía dispuesto a aceptarlo como monarca, pero las Juntas Generales de Álava se resistieron a renegar de su lealtad a Fernando VII. En ese punto, los franceses reunieron por la fuerza a los junteros y les obligaron a proclamar a José Bonaparte a punta de bayoneta en plena vía pública. Álava se retiró a su casa y al cabo de pocas semanas dictó su testamento y partió clandestinamente hacia Madrid para unirse al bando patriota.

Unos días antes, con la ayuda de un teniente de su confianza, escondió toda su fortuna en un lugar seguro, dejando pistas por toda la ciudad para que si no podía regresar, pudiese localizarla algún familiar o amigo de la familia.

¿Te gustaría intentar encontrarlo?

Sigue los pasos de los dos militares por toda la ciudad, resuelve los enigmas que fueron dejando y consigue el tesoro.