A consecuencia de un pleito con su primer editor, Benito Perez Galdós escondió en 1897 toda su fortuna en un lugar seguro de su ciudad de nacimiento (Las Palmas) y acompañado por un amigo de su confianza dejó pistas por toda la ciudad para que alguien en el futuro pudiese localizarlo si a él le ocurría algo.
¿Te gustaría intentar encontrarlo?
Sigue los pasos de nuestra protagonista y resuelve los enigmas que fue dejando por toda la ciudad.